Enfermedad Renal en Perros y Gatos

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La enfermedad renal en perros y gatos puede convertirse en crónica. Es una alteración estructural o funcional de uno o los dos riñones que generalmente va avanzando de forma lenta y progresiva muy común en perros y gatos mayores.

Aproximadamente 1 de cada 10 perros y 3 de cada 10 gatos desarrollarán enfermedad renal a lo largo de su vida.

Enfermedad Renal Crónica en Perros y Gatos

CONSECUENCIAS DE ERC

  • Deshidratación: en un riñón sano está muy bien regulada la cantidad de agua y electrolitos que se excretan en la orina, que se va adaptando a las necesidades del cuerpo en cada momento. Cuando el riñón está dañado se pierde la capacidad de concentrar la orina y de recuperar el agua y los electrolitos necesarios, por eso los animales con enfermedad renal eliminan gran cantidad de orina y muy diluida. Si la ERC está avanzada pueden llegar a deshidratarse al no ser capaz de regular esta pérdida de agua y electrolitos.
  • Hipertensión: La presión arterial y la enfermedad renal siempre van unidas. Una puede ser tanto causa como consecuencia de la otra. Por un lado, una de las funciones del riñón es controlar la presión arterial, de manera que si el riñón se daña se producirá un aumento de la presión arterial o hipertensión. Por otro lado, un aumento excesivo de la presión arterial puede alterar los finos y delicados capilares que forman el glomérulo renal (estructura dentro del riñón donde tiene lugar la filtración de la sangre) y producir o contribuir al daño renal.
  • Alteración del equilibrio ácido/base: la pérdida por la orina de ciertos electrolitos contribuye a la alteración de este equilibrio ácido/base que es fundamental para la vida y el correcto funcionamiento de todos los órganos.
  • Azotemia: la función más conocida del riñón es la filtración de las sustancias nocivas. En todas las células del cuerpo se están produciendo constantemente reacciones químicas que permiten obtener energía y realizar las funciones vitales de cada célula, pero también se producen una serie de desechos que son recogidos por la sangre y es necesario eliminar. Estas sustancias de desecho derivadas del metabolismo (y otras muchas como por ejemplo los medicamentos o tóxicos) se filtran en los riñones y pasan a formar parte de la orina y de esta manera se eliminan al exterior. Cuando el riñón ya está muy dañado no es capaz de filtrar estas sustancias de forma efectiva y se van acumulando en la sangre produciendo intoxicación. Son las responsables de la aparición de la mayoría de signos clínicos que podemos observar. Cuando aparece azotemia la ERC ya está bastante avanzada.
  • Anemia. Una de las funciones del riñón en la síntesis de eritropoyetina (EPO), una hormona necesaria para la producción de glóbulos rojos. Cuando se va dañando el parénquima renal va disminuyendo progresivamente la cantidad de EPO y por tanto la producción de glóbulos rojos en la médula ósea y acaba apareciendo una anemia no regenerativa por falta de producción.

 

SIGNOS CLÍNICOS DE LA ENFERMEDAD RENAL EN PERROS Y GATOS

Aumento del volumen de orina y mayor ingesta de agua, pérdida de peso, mal aspecto del pelo, nauseas, vómitos, diarreas, anorexia, letargia, halitosis, hipersalivación, estomatitis, úlceras en la lengua y mucosa oral, deshidratación etc.  Cuando la enfermedad está muy avanzada puede  derivar en un fallo renal y podemos encontrar deshidratación grave, incapacidad de producir orina, letargia severa, estado mental alterado, y en última instancia la muerte.

Los riñones son unos órganos con gran capacidad funcional de reserva de manera que no aparecen signos clínicos que nosotros podamos observar en nuestras mascotas hasta que aproximadamente 2/3 partes del parénquima renal están dañadas. En el momento en el que aparecen los signos clínicos ya nos encontramos en una fase tardía de la enfermedad renal  y por tanto el pronóstico será peor que si conseguimos detectarla en una fase más temprana, puesto que el tejido renal dañado ya no vamos a poder recuperarlo.

 

CAUSAS DE LA ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA

Existen numerosas causas que puede ocasionar un daño reñal:  cáculos, infeciones, tumores, problemas cardiovasculares y accidentes vasculares, traumatismos importantes, tóxicos, enfermedades congénitas etc. Sin embargo en la mayoría de ocasiones no se llega a encontrar una causa concreta, simplemente aparece con la edad.

 

DIAGNÓSTICO

Para diagnosticar la enfermedad renal en cualquiera de sus estadios necesitamos como mínimo realizar una serie de pruebas:

  • Hemograma: con esta prueba vemos cantidad y características de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, de manera que vamos a poder detectar la anemia que se produce por la disminución de EPO y también valorar si nuestro paciente está deshidratado. Además nos permite investigar sobre otras causas de enfermedad renal como infecciones.
  • Bioquímica que incluya como mínimo urea, creatinina, fósforo y SDMA. Todas ellas son moléculas que nos dan información sobre el estado del riñón y nos permite clasificar la enfermedad renal. Además sería interesante analizar electrolitos como calcio y potasio, y otros parámetros que nos permiten descartar otras enfermedades que pueden cursar con una sintomatología similar.
  • Analítica de orina que incluya densidad urinaria específica, análisis físico-químico, y análisis del sedimento. Si todos estos análisis nos hacen sospechar de una enfermedad renal es importante realizar después el índice de proteína/creatinina (UPC), esta prueba nos dirá si existe pérdida de proteínas por la orina, una información necesaria para clasificar la enfermedad renal y que además nos permite valorar qué tipo de medicación vamos a prescribir al paciente.
  • Presión arterial. Si se detecta un aumento de la presión arterial importante, o bien un aumento leve pero de forma continuada, deberemos tratarlo con medicación.
  • Diagnóstico por imagen como radiografías o ecografía abdominal. Con ello podemos ver el aspecto y la estructura del riñón (y del resto de órganos ya de paso) y valorar algunas causas de daño renal como cálculos, masas, zonas de fibrosis por infarto renal, pielonefritis, alteraciones en los uréteres o la vejiga, alteraciones congénitas, etc. Además es un buen momento para recoger una buena muestra de orina por cistopunción ecoguiada, que será mucho más fiable que si recogemos la orina por micción espontánea en casa.

 

TRATAMIENTO

En función de los signos clínicos y de los hallazgos laboratoriales obtenidos con todas estas pruebas se clasifica el estadio de enfermedad renal (estadios del 1 al 4) en que se encuentra nuestro animal.

Dependiendo del estadio se aplicarán distintos tratamientos, en estadios más iniciales puede tratarse  simplemente con una dieta renal, en estadios más avanzados pueden ser necesarios  protectores renales, quelantes del fósforo, antihipertensivos, antiproteinúricos, antieméticos, hospitalización con fluidoterapia, etc.

 

CONCLUSIÓN

La ERC es una enfermedad muy común en perros y gatos mayores, que tiene un curso lento y progresivo. Los signos clínicos aparecen en estadios tardíos de la enfermedad por lo que es fundamental el diagnóstico precoz (antes de que aparezca sintomatología).

Si se diagnostica en los estadios más iniciales podemos retrasar el progreso de la enfermedad y con una buena monitorización y un tratamiento adecuado podemos alargar la vida de nuestra mascota y darle sobre todo, una mejor calidad de vida durante el mayor tiempo posible.

Por todo ello es importante realizar chequeos completos al menos 1 vez al año especialmente cuando empiezan a hacerse mayores.